viernes, 26 de marzo de 2010

Hiperrealismo

Para A., que cuando hablamos de amor el humor es clave, a la hora de ligar, las mujeres sufren alguna especie de degradación intelectual que les induce a preferir al adonis de turno de la serie del momento a un joven científico, intelectual e ingenioso. No digo que entre Brad Pitt y yo me escojan a mí. De verdad, yo no lo haría.

La chica a la que pretendieres, que no es otra que la que se acaba de marchar con el efebo, sería sencillamente maravillosa. Consagrada universitaria capaz de compaginar estudio y ocio con una facilidad desconcertante, lectora acérrima y amante del buen cine. Ella ya sabe lo que es una relación y controla estupendamente el tiempo que le dedica a cada situación, nada de mensajitos cada cuarto de hora recordándoos lo mucho que os echais de menos, que ya tenéis una edad, por favor. No obstante, es detallista y sabe que un paseo con helado por una librería vale por unos cuantos mensajes. Sabe como llevarse bien con todo el mundo, ese don desconocido para ti. Además, cuando está a solas contigo, es capaz de crear una burbuja que os aísla del resto, y todo es más divertido, más picante, más íntimo.

Así que no te queda otra que condenar al guapo de cara a la expatriación. Sabes que en cuanto le des la oportunidad a otra chica, y ella te la de a ti, descubrirás que la universitaria no era tan fantástica, y tu nueva relación será absolutamente perfecta. En fin, creo que ni las chicas son tan conformistas, ni nosotros pedimos demasiado. Y viceversa.

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